Wednesday, December 25, 2024
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ANITA VEGA, FARMACIA LA ÚNICA, UNA VIDA DE TRABAJO, LLENA DE VITALIDAD Y ENERGIA.

Aunque actualmente se utilizan como sinónimos, antes existían algunas diferencias entre botica y farmacia.

Botica era aquel lugar oloroso a medicamentos y mejurges caseros, a laboratorios domésticos, al temible olor del alcohol de las temibles agujas de inyectar, donde se adquirían tanto los productos de marca como los ahí elaborados.

Hoy, ese recuerdo congelado en las páginas de la historia es eso,es un recuerdo.

Las viejas boticas han sido substituídas por las farmacias modernas, ajenas a aquel ambiente de hospital de barrio.

En Delicias, al fin Delicias, hay un lugar que desafía los años, un lugar que nos recuerda aquel recuerdo.

Es la Farmacia La Única, de Calle 3a Norte casi esquina con Avenida 6a, que en su nombre lleva la fama: la única que queda de aquel pasado.

Surgida como Botica Terminal, porque entonces ese sector era eso, el sector de la terminal de atobuses pasajeros.

Enfrente estaban los Auto Transportes Rápidos Delicias, que se cambiaron a una cuadra hacia el centro, a la vuelta los Estella Blanca, cruzando la 6a los Chihuahuenses y sobre la misma 6a, a media cuadra rumbo a sur,los Obmibus de México.

Ese fue el barrio donde Anita Vega, la mujer leyenda de Delicias, puso su negocio, primero con el nombre de Farmacia Terminal, luego como Farmacia del Ahorro, hoy tan conocida en la región como Farmacia La Unica, después de haber aprendido el oficio en la Botica del Mercado, de otra leyenda urbana, el doctor Normando Bustamante, a quien ahorrando y a base de préstamos, compró el negocio.

Innovadora y emprendedora, trabajó para que el resto de las boticas de la ciudad abrieran, por turnos, las 24 horas.

Como siempre sucede, pagó el precio de la incomprensión y unos aceptaron y otros no.

Sin darse por vencida, ella porfió y al tiempo vino la recompensa: se convirtió en el único lugar del ramo sin cerrar,viniendo en consecuencia la recompensa al aumentar las ventas, convirtiéndose en la boticaria más solicitada, junto con su prima hermana María Esther, la Guera, su compañera.

Día y noche acudían a que los inyectaran, a que les vendieran sus famosas bombas,un coctel de antiestamínicos y antibióticos por ellas preparado y que a la a fecha sigue curando gripes, fiebres y resfriados.

Enamorada del servicio comunitario, durante 40 años actuó en la política local como militante de Acción Nacional, aunque a la hora de servir no se fijaba en siglas ni colores, siempre que respetaran a Maquío, a su referente político, cuya fotografía mira salir y entrar la clientela.

Fue socia fundadora de la gasolinería Pioneros y miembro de cualquier número de grupos de servicio de la Sociedad Civil organizada.

La vida terrenal no le alcanzó para ver el cincuentenario de su empresa, algo que ha logrado a través de sus hijos Edgar Alberto y Ana Leticia Gómez Vega y de sus nietos, completando así tres generaciones al servicio de la salud de los delicienses.

Hace un año que el Ayuntamiento en turno, de manera póstuma, pues falleció el 17 de septiembre de 2020, le otorgó merecidamente la Estatuilla Clara Zetkin, del premio Mujer Distinguida.

Siempre que vaya a La Única, recuerde su recuerdo.

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