Apenas si puede hablar, balbucea, pero nunca deja trabajar. Rito es un hombre de trabajo. Ni la lluvia, el calor o frio, el polvo, el hambre o las limitaciones físicas lo hacen huir, evadir o dejar de trabajar. Se levanta a diario a las 5 AM, limpia su triciclo, prepara sus dulces. A las 6 AM pasa repartiendo periódicos. Pedalea fuerte su triciclo, tiene un problema sicomotriz, más eso no le impide luchar y esforzarse para salir adelante. A las 10 AM comienza a vender lencería por catálogo, visita sus clientas a domicilio. Y a las 3 PM se instala con venta de dulces en los semáforos de la Cruz Roja. Siempre lo ves trabajando en algo, ocupando su mente, utilizando sus manos. Rito es un hombre con mayúsculas. Es un modelo de hombre de trabajo. Un ser extraordinario. Proviene auténticamente de la cultura del esfuerzo. Nadie le ha dado nada, él, es un hombre que dignifica con su actitud a todos los hombres. El presidente municipal de Delicias, Jesús Valenciano, lo admira y quiere, se expresa de Rito como un hombre trabajo y reconoce su gran corazón para luchar. Camina chueco, arrastra sus pies, apenas si puede hablar. Rito jamás anda pidiendo al gobierno becas, apoyos o dinero, no se sienta a contemplar la vida, ni a llorar, sufrir o lamentarse por sus limitaciones físicas, por el contrario, se esfuerza tres veces más que cualquier persona y manifiesta ante la humanidad entera que es un modelo a seguir. El día que robaron su triciclo, Delicias se unió y el presidente Valenciano le consiguió otro para siguiera trabajando, lo increíble es que Rito no lo pidió, sino que todo Delicias estaba tan unido que el ladrón tuvo que huir de la ciudad y Rito estreno triciclo nuevo. Si lo ves, no dudes en comprar sus dulces, no te pide nada, él vive de su propio negocio porque es un hombre emprendedor y valiente, cuya grandeza radica en no dejarse vencer por la adversidad, ni doblar sus rodillas ante las limitantes físicas.